Te has pasado toda tu vida mirando al cielo, y no eres capaz de ver lo
que tienes a tus pies. Todo el mundo te hará daño de alguna manera. La
cuestión es saber por quien vale la pena sufrir. Es lo que hacemos
todos, nos lanzamos, y esperamos poder volar, porque si no es así,
caeremos como piedras. Y durante la caída nos preguntamos ¿se puede
saber por qué coño he saltado? Y nos quedamos sin saber la respuesta.
Pero bueno, aquí estoy, cayendo, y sólo hay una persona que puede
hacerme creer que vuelo... y eres tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario